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El pueblo de Heidi no está en Suiza, lo puedes visitar en España

El pueblo de Heidi no está en Suiza, lo puedes visitar en España
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Si no tienes plan para este fin de semana y te apetece disfrutar de una escapada rural en familia, puedes animarte a visitar el pueblo de Heidi, que no se encuentra en Suiza como todo el mundo cree, sino en España. En las profundidades del valle de Liébana, resguardado por el imponente macizo montañoso de Ándara y a los pies de los Picos de Europa, se esconde un pequeño tesoro conocido como Mogrovejo, un pueblo pintoresco con apenas 40 habitantes censados.

Situado estratégicamente entre la localidad de Potes y el emblemático teleférico de Fuente Dé, Mogrovejo no solo cautiva por su belleza natural. Este rincón ha dejado una marca indeleble en la historia cinematográfica al convertirse en el escenario de la película «Heidi, la reina de la Montaña». Con sus casas de piedra, prados verdes que rivalizan con los de Suiza y las majestuosas montañas como telón de fondo, la magia de este lugar fue la elección perfecta para dar vida al hogar de Heidi.

Mogrovejo, el pueblo de Heidi en España

Con numerosos reconocimientos, entre ellos el título de ‘Pueblo de Cantabria 2017’ y la distinción como Bien de Interés Cultural y Conjunto Histórico, la pequeña aldea de Mogrovejo es uno de ‘los pueblos más bonitos de España’. Ubicada en el municipio de Camaleño, a una altitud de 640 metros sobre un llano y respaldado por el macizo de Ándara, destaca como un tesoro cultural y arquitectónico.

Su estructura más antigua, una torre medieval del siglo XIII con 21 metros de altura, ha sido preservada a lo largo del tiempo. Alrededor de esta torre, de planta cuadrada y coronada por almenas, se construyeron varios edificios, incluyendo una casa solariega remodelada en el siglo XIX, que alberga una capilla y un retablo barroco. La iglesia del siglo XVII, con su nave rectangular y bóvedas de crucería, exhibe un impresionante retablo barroco adornado con los escudos de los Mogrovejo y una escultura de una Virgen del siglo XV.

El entramado urbano se completa con casonas del siglo XVII, casas de piedra y balconadas de forja de los siglos XVI y XVIII, reflejando la arquitectura típica de la región lebaniega. Una visita imperdible es el museo de la escuela rural, un espacio dedicado a rescatar del olvido y destacar el valor de todas las escuelas rurales de la comarca de Liébana. La exposición permanente, acompañada de material audiovisual, recrea un aula de época, ofreciendo una experiencia completa que incluye paneles informativos, fotografías y objetos proporcionados por la comunidad local.

Además de su patrimonio arquitectónico, Mogrovejo ofrece un entorno natural impresionante en el valle de Liébana, cerca de los Picos de Europa, ideal para el turismo rural y actividades al aire libre como senderismo y avistamiento de fauna silvestre.

Historia

En el misterioso origen de la localidad de Mogrovejo, antiguamente llamada Luarca, apenas se encuentran registros sobre sus primeros habitantes. La transformación de su nombre actual ocurrió en el siglo XIII, coincidiendo con la construcción de la emblemática torre de Mogrovejo por parte de los señores locales.

En esta época, destacó el linaje al que perteneció Toribio Alfonso de Mogrovejo, obispo de Lima y posteriormente canonizado por la Iglesia Católica. La historia revela que el señor de estas tierras desempeñó el papel de portaestandarte en el ejército de don Pelayo durante la batalla de Covadonga, y la asta de este estandarte se conservó en la ermita de San Martín.

Además, los señores de Mogrovejo fueron agraciados con el privilegio real de designar a los alcaldes del municipio de Camaleño, entonces conocido como Valle de Baró.

Qué ver en Potes

A tan solo seis kilómetros de distancia se encuentra Potes, uno de los pueblos más bonitos de Cantabria. Recorrer el impresionante Desfiladero de la Hermida, el más largo de la Península Ibérica con 21 kilómetros de longitud, es una experiencia inigualable antes de llegar al municipio. Rodeado por imponentes paredes de roca de hasta 600 metros de altura y esculpido por la erosión del río Deva, este desfiladero cuenta con una sinuosa carretera que ofrece unas vistas impresionantes.

La visita a la Iglesia de San Vicente, declarada Monumento Histórico Artístico, es imprescindible. Esta iglesia, formada por dos templos construidos en el XIV y XIX respectivamente, alberga valiosos retablos. Asimismo, los puentes de Potes, como el medieval Puente de San Cayetano y el Puente Nuevo, proporcionan un encanto histórico y unas vistas pintorescas sobre los ríos Quiviesa y Deva.

Subir al Monasterio de Santo Toribio de Liébana es otra actividad destacada. En su interior, la iglesia alberga la reliquia del Lignum Crucis, convirtiéndolo en el punto final del Camino Lebaniego, ramal del Camino de Santiago. Y, por último, visitar Fuente Dé y realizar rutas de senderismo por los Picos de Europa, tras subir en el teleférico, es un plan increíble para los amantes de la naturaleza.

¿Te animas a visitar el pueblo de Heidi en España este fin de semana?

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